El ácido glicólico es uno de los ingredientes más valorados en el mundo del cuidado de la piel por su capacidad para renovar y mejorar la textura del rostro. Este alfa hidroxiácido (AHA), derivado de la caña de azúcar, es conocido por su tamaño molecular pequeño, lo que le permite penetrar fácilmente en la piel y actuar desde las capas más profundas. Su uso frecuente ayuda a mejorar la apariencia general del cutis y a tratar distintos problemas dermatológicos.
Entre sus beneficios más destacados están: la renovación celular, la disminución de líneas finas, la mejora del tono desigual, la reducción de manchas y la limpieza profunda de los poros. Gracias a su acción exfoliante, el ácido glicólico deja la piel más luminosa y suave desde las primeras aplicaciones.
El ácido glicólico sirve principalmente para exfoliar la piel de forma química, eliminando las células muertas acumuladas en la superficie. Esta acción ayuda a mejorar la textura, aumentar la luminosidad y facilitar la absorción de otros productos en la rutina facial.
Además, es útil para tratar manchas provocadas por el sol, marcas de acné y signos de envejecimiento. En personas con piel grasa, contribuye a reducir la apariencia de poros dilatados y controlar los brotes de acné. Es un gran aliado para quienes buscan una piel más uniforme, limpia y joven.
El ácido glicólico es ideal para mejorar el aspecto general de la piel y apoyar tratamientos dermatológicos. Es comúnmente recomendado para pieles con imperfecciones, opacas o con signos visibles de fatiga. También se emplea en rutinas antiedad por su capacidad de suavizar arrugas y líneas de expresión.
Otro de sus usos es como tratamiento preparatorio antes de procedimientos como peelings más intensos, ya que ayuda a limpiar y afinar la piel. Eso sí, siempre debe usarse con precaución, iniciando con concentraciones bajas y siguiendo con protector solar, especialmente en climas como el peruano.
El ácido glicólico es un AHA (alfa hidroxiácido) que se encuentra naturalmente en algunos alimentos, como la caña de azúcar. Es soluble en agua y destaca por su capacidad para penetrar en la piel y estimular el proceso de regeneración celular.
En cosmética, se utiliza en diferentes formatos: sueros, tónicos, mascarillas, limpiadores o cremas, siempre adaptado a distintos tipos de piel. Aunque es apto para la mayoría de personas, quienes tienen piel muy sensible deben usarlo con cuidado para evitar irritaciones.
Entre los beneficios principales del ácido glicólico destacan:
Gracias a estos efectos, muchas marcas como Hawaiian Tropic han incorporado el ácido glicólico en algunos de sus productos faciales, aportando soluciones más completas para el cuidado diario. Siempre es importante leer las indicaciones de uso y acompañarlo de protector solar, especialmente cuando se utiliza durante el día.
¿Cuánto tiempo se debe dejar el ácido glicólico en la cara?
Normalmente, los productos que tienen ácido glicólico se deben dejar en la piel durante un período de 5 a 10 minutos. Después de este tiempo se debe enjuagar la cara y luego aplicar productos hidratantes como los de Hawaiian.
¿Qué no se puede mezclar con ácido glicólico?
La combinación de este elemento y ácido láctico puede ser riesgoso, pues tiene mayor riesgo de irritación. Ambos ácidos son exfoliantes eficaces y por eso utilizar ambos productos pueden exfoliar excesivamente la piel.